Día 1

Vuelvo a conectarme al mundo después de casi dos días de salir de España. Ahora son las 20.55h, allí las 4.55h.
Antes de dar la bienvenida al verano por todo lo alto como ya he hecho (30º por la noche y 75% de humedad), Salvador y yo por fin salimos para Bluefields. Primero BCN-MAD, y poco más tarde la ligera cruzada de charco de 11h a Costa Rica. Eso es para verlo.

Cada pantalla absorbiendo horas de vida de cada pasajero (la mía también, vi dos películas después de años sin ver una sola en España). Son muchas horas y piensas, sientes, ves de todo, aunque nada mejor que cuando encienden las luces porque... llega la comida.

Al llegar a Costa Rica, vuelo de nuevo SJO-MAN, el último del día. Este vuelo era de menos de una hora, pero también nos dieron una especie de bocata de pollo y verduras y ofrecían bebida para paliar el vuelo (alcohólica también).

Llegamos a Managua sobre las 18h de la tarde con luces de color azul, verde, rojo y amarillo, un espectáculo. Después de recoger nuestras maletas y pagar el impuesto de entrada al país, fuimos directos al hotel Las Mercedes, donde pasaríamos la noche antes de coger el último vuelo hasta Bluefields. Caí rendida poco más tarde de llegar a la habitación, no sin antes sacar de una de las maletas detalles de esos en los que pienso en lo bien que escojo a la gente que quiero. Gracias.

Un paseo a las 4h por el hotel de Managua antes de ir al aeropuerto y vuelo a Bluefields en una pequeña avioneta. Salvador se encargó de explicarme lo destartaladas que estaban cuando él lo había cogido, pero esta, y menos mal, estaba en condiciones. Salvador se ha encargado de prepararme psicológicamente para lo que voy a ver y es verdad, aterrizamos en Bluefields y es un lugar muy pobre en recursos, con una gente muy distinta a la que estoy acostumbrada, con un olor a veces desagradable a basura... ¡y llevo un día aquí!, pero también tiene color, música por las calles, y un reto para mí... no hay nada que pueda engancharme más ahora mismo.

Esta última foto es el taxista que nos ha llevado a casa y que en ningún momento ha cerrado el maletero. Nos dijo que llegarían bien, y así ha sido.

Pasamos la mañana en el CAPS (Centro de Atención Psicosocial), en el que vamos a trabajar junto con el equipo; había que presentarse. Mañana tenemos con ellos la primera sesión clínica de equipo. 

Ya hemos hecho la compra, quien me conoce sabe que este es el momento de desesperarse porque, por mi exquisitez en el paladar, no estoy dispuesta a ingerir ciertos manjares culinarios. Salvador está siendo muy paciente, por eso creo que me ha llevado a comer pizza esta noche, o queso en forma de pizza...

Pero Salvador no es sólo paciente, sino que ya ha tenido que batallarse con un bidón de 20 litros de agua y con unas hormigas que habían aparecido por un agujero en su habitación. Cuando ven luz se esconden; él ha puesto un celo en el agujero, y listo. Pero eso no es lo más heroico, lo es que esté aquí conmigo ahora. No tiene precio.

Al margen... papa puedes estar tranquilo, aquí no hay Cola Cao ¡¡pero sí Nesquik!!

Me despido por hoy. Ya estoy aquí, bien, preparada, lista... a la ducha y a dormir.

Besos a todos, me gusta sentir que estáis ahí a tantos miles de kilómetros... bona nit.