miércoles, 24 de junio de 2015

Despedida Bluefields

Antes de nada, felicitar a Juanes y Juanas, Joans i Joanes, y especialmente a mi primo Juanlu.
Allí ya es 24, pero aquí seguimos en la verbena de San Juan aunque sin verbena, pero con despedida. Acabamos de llegar a casa de la Galería Aberdeen, el mejor restaurante de todo BFS, sin duda. Ahí decidimos que queríamos hacer nuestra despedida y así lo han hecho posible nuestros compañeros del CAPS. Ha sido una velada estupenda, no podía imaginar un fin mejor a nuestra estancia en la ciudad. BFS desde luego no es el paraíso desaprovechado que creí que era, pero sí he encontrado a personas de ensueño.


Mañana dejaremos atrás este rincón del Caribe. En este tiempo aquí he visto, escuchado, hablado, tocado, sentido, disfrutado, sufrido, convivido, aprendido, aborrecido, viajado, compartido, reflexionado y vivido de forma muy distinta a mi mundo. Uno no elige dónde le toca nacer, y eso a veces me ha desbordado. Pero hoy ya puedo decir que todo lo que he pasado ha merecido la pena. Y agradecida eternamente por haberlo pasado con Salvador.
Mañana nos vamos a Managua y pasaremos allí unos días turísticos en León, Granada, Masaya, Rivas y la isla de Ometepe. Y cuando todo eso pase yo volveré a mi mundo de nuevo, a mi particular paraíso.

Con la etapa que cerramos aquí, acaba mi andadura por este blog. Lo creé para mi mala memoria, para que la gente que quiero viviera de alguna manera lo que yo he estado viviendo, y para que los futuros valientes que planten la maleta en esta ciudad puedan imaginar a grandes, muy grandes rasgos, la vida aquí.
Gracias por los mensajes, tan necesarios aquí, y que he recibido de mil formas durante este tiempo. Eso también me lo llevo.

Me despido con un poema de uno de mis cantautores favoritos, Marwan, y que es el que da título a este blog. Porque como este viaje, todo tiene fecha de caducidad, pero no hace falta más si lo vivimos como lo quisimos. Y como he leído hoy en algún lugar de Bluefields... quise ser lo que fui. Hasta siempre, Caribe.

Llega la noche.
Descuelgo la desgana de mi vida
y marco en el teléfono la matrícula de tu coche.
Aceptas 2 segundos antes de mi propuesta.
Preparo la casa y tacho de golpe
esos renglones que dicen que te perdí.
Abro la puerta como si fuera 6 de enero
y tus ojos al primer disparo pasan a limpio mi biografía,
ese lugar del que no debiste haber salido.

No quiero que acabe este abrazo,
no deberíamos aceptar la caducidad del paraíso.

Me cuentas que has vivido entre paréntesis
y que la soledad es algo parecido a la vida en diferido.
Yo te cuento que estoy hecho a tu medida
como otros están ya hechos a una enfermedad incurable.
Y te cuento que conocí a otras,
pero que querer acostarse con una mujer
no es lo mismo que querer despertarse con ella.
Porque hay chicas que te alegran la piel,
pero no el corazón.

Nos callamos, tú miras el vaso entre tus manos.
La ropa cae y arrastra consigo
una tonelada de tristeza.

Luego duermes y yo pienso
que tal vez sólo sea posible el amor
cuando no lo retienes como a un preso,
porque siempre querrá escapar.
Quizá deberíamos aceptar la posibilidad
de la caducidad del paraíso,
tolerar la intermitencia de la felicidad,
no meternos más en la boca la palabra porvenir
y agradecer que estés aquí 
ahora.

lunes, 22 de junio de 2015

Ruta por las comunidades: Gastronomía

Mi obsesión con la fotografía culinaria se agrava, pero pienso que es curioso que veáis a base de qué nos hemos alimentado esta semana en las distintas comunidades que ya os he comentado en el post anterior.

Desayunos
El desayuno típico nicaragüense consta de: gallo pinto (arroz con frijoles), huevos y queso. Se pueden añadir otras cosas como plátano frito, salchichas, bacon o jamón y tortitas o pan.





Comidas
Básicamente lo mismo que el desayuno, añadiendo pollo frito y ensalada. Suerte de la variedad en la comida de Laguna Perlas, y de la super cazuela que preparó la cocinera del puesto de salud de El Tortuguero de albóndigas de... harina.







Cenas
Por suerte, estas fueron las más variadas. Ensalada de pollo, sopa de marisco y, el resto, ya sabéis.




Piscolabis ofrecido por los puestos de salud durante las sesiones de capacitación. No hay palabras para estos detalles, sólo gracias... c'est fini.



Ruta por las comunidades

Ya estamos en casa después de la semana de aventuras por algunos municipios de Nicaragua: Kukra Hill, Laguna de Perlas, La Cruz de Río Grande, Karawala y El Tortuguero. Son lugares a los que casi únicamente se puede acceder a través de agua, así que tocaban horas de panga a mansalva. Lo pasé realmente mal, este medio de transporte nos pegó tales meneos que salió disparado el molde enrollado en la venda que me sujetaba el dedo fisurado. De noche, con el río en calma y las estrellas encima, el panorama cambia un poco, pero tampoco mucho. Aunque después de todo, puedo decir que ha merecido la pena.

Kukra Hill
Salimos a casi las 6h del muelle de BFS dirección a la primera comunidad. Aquí se iba a hacer una sesión de capacitación para maestros y nos íbamos a reunir con la única psicóloga del municipio. En el resto de las comunidades no cuentan con ningún psicólogo, esta era la más afortunada. Como lugar es tranquilo y amplio. La sesión con los maestros fue estremecedora, de nuevo por los casos de abuso y violencia intrafamiliar que se sufren a veces de más cerca de lo que uno desearía.





Laguna de Perlas
Nos marchamos por la tarde porque nos íbamos a hospedar aquí durante dos noches. La panga nos condujo hasta el muelle privado del hotel, ¡ni en un resort! La comunidad me pareció más agradable que Kukra Hill, y además de la sesión con maestros, médicos y enfermeros, atendimos en consulta a 12 personas. Fuimos a visitar a un amigo de Salvador, ahora pastor de una impecable iglesia, y por la noche fuimos a cenar al único lugar con wi-fi de la zona. Todo un lujo.





Caballos como taxis. Me lo paró...








La Cruz de Río Grande
El lugar más desordenado de todos. A mi abuelo le hubiera encantado estar aquí, parece que estés en una película del oeste. Cerdos cual perros paseando por la calle, acompañados por gallinas y sus polluelos, hombres con camisas de vaquero y sus respectivos gorros, y calles muy, muy precarias. Aquí atendimos a otras 6 personas y me retocaron la venda de la mano por tercera vez.
Como dato curioso, solamente tienen luz eléctrica de 18 a 21h.







Triciclos como taxis. Me lo paró...

 





La gallina fue la primera en llegar a la capacitación.



Al rico barreño. Genial.



Karawala
La comunidad más limpia y acogedora de todas. Por aquí no te cansabas de caminar, aunque pudimos caminar bien poco. La capacitación la tuvimos por la mañana y nos fuimos sin comer hacia nuestra última parada, porque nos esperaban unas 4 horas de panga y el agua podía picarse cuanto más tarde saliéramos de allí. Para nuestra sorpresa, no llegó ni a 3 horas el trayecto.






Evans, nuestro panguero del Ministerio de Salud. Un fenómeno.



El Tortuguero
El lugar más auténtico de todos, pero también el más precario. El personal del puesto de salud, espectacularmente agradable y agradecido con nuestra visita.
Por la tarde fuimos a pasear por la ciudad y encontramos luz sólo en los locales de recreativos, máquinas traga-perras y bares musicales. No es un buen lugar para andar según a qué horas, así que después de tomar algo en el enésimo bar con rancheras, volvimos al hotel.






Por la mañana teníamos prevista la capacitación, y mientras se organizaban nos quedamos anonadados con un programa de debates de la TV nicaragüense. Temas muy interesantes y modernos.


Y aquí están, más de 70 mayoritariamente hombretones que forman parte de la brigada comunitaria (voluntarios que acuden a municipios más alejados a dar asistencia de salud básica) esperando expectantes la capacitación. Fue una sesión humana en la que fueron muy capaces de sacar a relucir sus necesidades como comunidad. Lo que más preocupa: el embarazo de las niñas que no llegan a los 15 años. Cuesta entender que esta situación se dé con tanta frecuencia cuando en el mismo hotel te dejan un par de preservativos junto al jabón de baño.



Fue gracioso rememorar mi función de florero con decenas de cámaras de móvil disparando sutilmente sin parar cuando terminó la sesión. Ni en Hollywood...


Por la tarde, la ambulancia del Ministerio de Salud nos llevó a hacer algo de turismo por dos puntos de la zona. El primero fue el Salto, un lago con cascadas. Sin más, aunque bonito y yo agradecida de ver unas vistas distintas después de tantos días. El segundo lugar fue el puente de El Tortuguero, en el que hay que pagar 3 córdobas (0'10€) para cruzar de lado a lado. Esto es porque han asumido el compromiso de repararlo cada 6 meses. Hay una mujer que realiza el cobro en una de las entradas del puente, y con ella estaban sus hijas. La pequeña ha aprendido a hacerse selfies con el puente detrás. Para comérsela.







Para acabar, os dejo con la visión que tenía sobre Barcelona uno de los miembros de la brigada comunitaria:
- Barcelona está en Guatemala.
- Es un país subdesarrollado.
- Me han dicho que andan sobre esponjas y no sobre suelo duro, como aquí.
- No creo que me gustara Barcelona, porque me han dicho que con la gente mayor se hacen jabones, y yo ya voy a viejo.

Único, como este viaje.


Son las 23h, 7h para vosotros, bon dia y feliz semana.
Y menos de 10 días...